lunes, 22 de febrero de 2010

Aullidos siniestros. Por Marius Buhai

Una tarde, en otoño llegó al pueblo un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces la puerta se abrió sola. El viajero asustado por el frío que salía de la cabaña, entró y se dirigió hacía la cocina para ver que encontraba de comer; al abrir el primer armario se encontró una rata muerta. Al abrir el segundo armario se encontró una cabeza de persona. El viajero se asustó tanto que había salido corriendo de la cabaña. Una vez fuera él se encontró un perro medio muerto. Este se quiso acercar a él pero cuando lo miró con más tranquilidad observó entre sus dientes un trozo de carne y pensó: ¿Pero cómo puede tener este perro carne entre los dientes si no hay ni un alma , no será que este perro ha… ha… ha ma… ma… matado al... ¡Ahhhhhhhh! Esta última palabra hizo que el hombre echase a correr como un leopardo tras su presa. No paró hasta que se había alejado del pueblo, cuando se dio cuenta se encontraba en el camino que lo llevaba hasta Nueva York. Cogió su coche y se fue. Llegó a su piso. Allí le esperaban dos agentes del F.B.I. que le acusaron del caso de la persona encontrada en el pueblo. Este se declaró inocente, pero los guardias le dijeron que habían encontrado sus huellas en el armario dónde se encontraba la cabeza. Luego llegó el perro, y el hombre llamado David les enseñó la carne que este tenía entre los dientes. Estos le hicieron la prueba de A.D.N. y estos coincidían. Iban a sacrificar al perro pero este desapareció como por arte de magia . Los agentes se fueron a Los Ángeles que estaba recién reconstruida, como Nueva York. Después de unos cuantos meses el hombre tuvo una pesadilla con el perro y con el muerto . Luego, cuando despertó de la pesadilla, se fue al cementerio dónde habían enterrado al hombre o lo que quedaba de él. El perro se encontraba tras la lápida en que ponía:"Los perros no son nuestros amigos. Uno solo puede ser como el diablo." El perro le mordió la pierna y este se fue. Mientras David intentaba llegar al hospital el perro huyó de nuevo. Le curaron la pierna y se fue a su casa . Cuando llegó, la cabeza le daba muchas vueltas. Se acostó y a la hora de levantarse ya se encontraba en su trabajo. Llegaron sus compañeros y le preguntaron por el perro que había en la puerta. Cuando David fue a ver al perro se cayó por las escaleras y murió. A partir del día del enterramiento cada noche se escucha en su tumba como un aullido a la luna. El perro murió al cabo de los 3 meses pero lo más extraño es que el aullido seguía produciéndose.

8 comentarios:

  1. Muy bien, Marius. Una historia terrorífica. Esperemos las siguientes.

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  2. marius ha estado muy bie tu historia te felicito:D

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  3. guau es sorprendente.La verdad es que Marius tiene mucha imaginacion.Te felicito Marius

    =)

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  4. Está muy bien,siendo de él.. no se podía esperar menos.

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  5. Marius me ha gustado mucho tu historia felicidades

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  6. Que miedo ,que sinietro,me ha encantado.Lo as enlazado todo bien,el principio es diferente al de todos ,es interesante

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  7. Me a gustado porque las historias de miedo y esta interesante muy bien Marius.

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  8. muy bien Marius me ha gustado mucho porque tienes mucha imaginacion, te felicito con un 10

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