jueves, 15 de abril de 2010

La llave mágica (3ª parte). Por Sonia Hidalgo Sánchez

Le pregunté a mi novio que si me podía dejar sola, porque tenía que averiguar unas cosillas. Él me dijo que sí, dejó las flores sobre el escritorio y se marchó. Yo no dejaba de dar vueltas por la habitación y alguien llamo por teléfono. Era mi padre, que ya había nacido mi hermano. Yo me sorprendí mucho, ya que se me había olvidado completamente. Cogí la llave y me fui a verlo al hospital. Mi madre fue al comedor con mi padre y me dejaron sola con mi hermano. Le encontré una marca en le hombro. Era una llave idéntica a la que poseía. Me quedé muy asombrada ya que no me esperaba esa marca. Estuvo rondando por mi cabeza si mi hermano iba a sufrir algo por culpa de esa marca. Pasó un año y yo seguía custodiando la llave. Mi hermanito se llamaba Alejandro. Mi madre fue a comprar los últimos preparativos de su primer cumpleaños, y mi padre en cambio estaba trabajando así que me quedé con mi hermano. Terminé de poner los globos y mi hermano, que ya sabía hablar un poco dijo, “cadado el jarron”: (cuidado el jarrón). Yo le miré como: ¿qué pasa con el jarrón?, y 5 minutos después el jarrón se cayó solo. Yo quedé fascinada pero, de pronto ya lo entendí todo. La marca le podía facilitar ver el futuro. Mi madre llegó, dejó la compra y dijo si había pasado algo. Yo muy nerviosa le dije que no ocultándole lo pasado con mi hermano sobre el jarrón. Me fui corriendo a mi habitación y tuve una gran idea: Mi hermano me podría ayudar diciéndome cosas del futuro, imaginármelas y transportándome hasta allí en esos sueños causados por la maldita llave. A medida que pasaban los años, mi hermano desarrollaba más esos poderes, es decir mucho más impresionantes que al principio. Cuando ya tenía siete años lo cité en mi habitación y le conté la historia de la llave. El ya comprendía por qué me quedaba fijamente mirándolo cuando decía las cosas que iban a pasar cuando, a todos los demás no parecía importarles demasiado. Le dije que se concentrara mucho porque así me podría librar de aquella llave. Al principio pensé que era de nuevo otro sueño ya que, era inexplicable lo de mi hermano. Al final tenia que ser verdad porque si me iba a transportar al futuro, según las instrucciones, alguien tendría que agarrar la llave conmigo. Mi hermano me dibujó unos planos de cómo veía el futuro. Yo me lo imaginé y viajé hacia él. Allí era todo alucinante. Coches que andaban con agua y un montón de inventos.
A mi lado había un chico que sin querer me dio en el hombro. Me pidió perdón y se fue corriendo. En el suelo dejó caer una fotografía. La recogí y era el hombre de las gafas que había en el parque del pasado. Él volvió corriendo y me dijo que era suya la foto, que el que aparecía era su padre. Yo pensé que era el hijo del hombre que había en el parque del pasado de mis padres, el que había enterrado la llave y las instrucciones. Yo le pregunté que si seguía vivo para ver qué me contestaba. Él me dijo que le atropelló un coche, según le había contado su madre, Yo respondí “¡mentira!”, y él me preguntó que por qué era mentira. Yo me fui corriendo pero él me agarró de la mano cuando se me cayó la llave. Yo le pregunté que cómo se llamaba. Él me contestó que Álvaro y me hizo la misma pregunta a mí. Yo le respondí que Sonia. Él me dijo que qué hacía con esa llave. Yo le pregunté que si la conocía y él me respondió que sí. Le pregunté de qué
la conocía. Él me dijo que su padre antes de irse se la enseñó y le dijo que le podía transportar a sueños que veías en tu cabeza. Yo no me lo creí y sigo sin creérmelo. Lo
que mas me extraña es que lo tuviera él y yo no. Me dijo que si hacía el favor de dársela y yo se lo negué ya que, la primera cosa que me invente, era la llave de mi casa. Él me respondió que las llaves no existían. Se usaban unas tarjetas que abrían las puertas. Yo le dije que la mía seguía necesitando la llave. Le invité a cenar para ver si me podía ayudar a destruir aquella llave. Él me dijo que sí, que quedaríamos en un bar llamado "LO MEJOR DE LA CASA".Yo acepté. Me dijo donde estaba y a las nueve ya estaba yo en la mesa esperándole. Él se acerco y me pidió permiso para sentarse. Estuvimos hablando y le conté todo lo de la llave. Él pensaba que estaba loca, igual que su padre, porque él le había contado que tenía que destruir esa llave y que solamente contaba con dos formas: la primera destruirla en una maquina especializada en destruir llaves antiguas o, simplemente tirarla a un contenedor cualquiera de basura y, una de estas dos opciones: te llevaría a tu presente de verdad o a uno alternativo. Justamente cuando me iba a decir cuál era de cada uno le sonó el teléfono y se tenía que ir. Yo me quedé con la duda aunque no me importara mucho. Le enseñé la nota que encontré junto a la llave. Él sorprendido comprobó que era la letra de su padre, y así me empezó a creer. Le dije que nos tendríamos que ir ya a destruir la llave ya que yo tenía una vida que tenía que continuar. También le conté lo de mi hermano y me respondió que él también tenía una marca similar a la de la llave y que, también era capaz de ver no el futuro, sino el pasado. Salimos del bar y, justamente antes de salir vi a la mujer de detáas del mostrador y era la mujer que estaba en el otro bar pero mucho más vieja. A Álvaro le notaba algo extraño hacia mí cuando fuimos a buscar la depuradora de llaves, que creíamos que era la que me llevaría a mi presente. Cuando íbamos caminando hacia la
depuradora el me detuvo y me dijo que sentía algo por mí y si me podía acompañar al presente. Yo le dije que me podría acompañar pero yo ya tenía novio. A él se le quedó
una cara de decepción absoluta. Yo le dije que encantada sería mi amigo. A él se le alegró un poco la cara y juntos tiramos la llave a la depuradora. Nos envolvió de nuevo un destello azul, lo agarré de la mano y nos encontramos de nuevo en mi habitación. Sonó el timbre y yo me alegré ya que volvía a estar en mi presente. Era mi novio Micael que me traía un paquete
Yo me abalancé para abrazarlo y me preguntó que qué hacia, que el era el repartidor y me traía un paquete. Yo miré a Álvaro y comprendí que ese no era mi presente sino uno alternativo. Cogí el paquete y me fui hacia Álvaro. Nos preguntábamos: ¿cómo podríamos llegar a mi presente? y la opción que elegimos ¿no era correcta? Tenía que desentrañar cómo volver a mi presente....
HASTA LA 4ª ENTREGA.

6 comentarios:

  1. Cada vez se está poniendo más interesante, Sonia.

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  2. EsperanzaGuerrero Gil 1ºA15 de abril de 2010, 20:15

    sonia estoy deseando que llegue la 4º parte me dejas con la intriga esta xulisimo lo vamos a publicar en libros jiji

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  3. esta muy bien redactada hay algun fallo pero esta bastante bien

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  4. Lo mismo digo, Sonia. Una estupenda historia llena de confusiones y misterios. Sigue así.

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  5. Me encanta ya estoy impaciente por leer la 4ª entrega

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  6. Gracias por los comentarios

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