viernes, 26 de marzo de 2010

Haikus. Por Mabel Hernández Aranda

Tu y yo juntos.

La noche es clara,

ya se acaba.



Es invierno.

Llueve demasiado.

Ojalá nieve.



Primavera es.

Estamos en las dunas

de Huelva y Cádiz.

domingo, 21 de marzo de 2010

El trofeo de la libertad. Por Rosa María Lozano Camacho.

Me dirigía hacia el buzón para recoger el correo, cuando al coger las cartas de su interior encontré una carta de mi hermana Sitabi, que me anunciaba la enfermedad de nuestro padre. Después de leer la carta decidí coger el primer vuelo que saliera hacia la India para poder reunirme con mi hermana y ayudarla. Dejé una nota a mi marido y me dirigí hacia el aeropuerto lo más rápido que pude. Una vez en el interior del avión recordé aquellos momentos en los que mi padre fue tan cruel conmigo, mi madre y mi hermana, y llegué a la conclusión de que en mi cabeza no se almacenaba ningún recuerdo bueno de mi padre, ya que su mente machista no le dejaba comportarse adecuadamente con ninguna mujer. Llegué a la India al atardecer y cogí un tren hacia mi barrio natal de Kalgaon- Thadi. Al llegar me llevé una sorpresa, ya que estéticamente el barrio no había cambiado mucho: su aspecto pobre y sus casas ruinosas me hicieron recordar muchísimas tardes de mi juventud. Tras callejear un poco llegué a la única casa azul del barrio, mi casa. Abrí la cortina que desempeñaba la función de puerta y allí encontré a mi hermana que estaba sentada en una pequeña silla. Me acerqué por la espalda y la abracé. Rápidamente ella se levantó y ambas nos fundimos en un cariñoso abrazo. No me esperaba, pero me invitó a sentarme y, aunque intentamos evitar el tema de mi juventud, no tuvimos más remedio que hablar de aquella conversación tabú para mí. Nos miramos y fui yo la que comenzó a recordar: Un doce de mayo caluroso, fue el día en que nací causando un grave problema para mi padre, ya que creía que sería un chico y no una chica el bebé que nacería. A los cinco días de nacer mis padres tuvieron una pequeña discusión, ya que mi padre echaba la culpa a mi madre de que yo fuera chica, y mi madre no soportaba que mi propio padre le faltara el respeto a su hija de cinco días y a mi hermana. Mi padre no quería hacerse cargo de mí, ni tampoco quería ponerme un nombre; pero mi madre se encargó totalmente de mí, y por eso decidió ponerme el nombre de mi abuela Asha. Con tan solo seis años sería la criada de mi tío y mi padre, pero mi madre, una mujer espectacular, nos llevaba lunes, miércoles y viernes a unas clases de danza árabe, donde lo pasábamos genial durante dos horas. Por supuesto, íbamos a escondidas de mi padre. Pero a los dieciséis años tuve una fuerte discusión con mi padre y decidí irme, me despedí de mi madre y me marché. Cogí el único autobús que unía el centro de la ciudad con mi barrio, y una vez que estuve en el centro de la ciudad caminé hasta la estación de tren, donde cogería un tren para llegar a la frontera del continente asiático con el continente europeo. Al llegar a mi destino me esperaban dos largos días sin comer y sin dormir para conseguir llegar al continente europeo, clandestinamente por supuesto. Y por fin conseguí llegar a un país europeo, Ucrania, donde haciendo autostop llegué hasta un aeropuerto y cogí el primer avión que salía. Y eso hice, cogí el avión que me llevó a Viena, donde reconstruiría mi vida fuera de la esclavitud, el machismo y las continuas faltas de respeto. Después de siete horas de avión llegué a Viena. Estaba un poco asustada, sin dinero, hambrienta y cansada. Estuve andando hasta que encontré un hostal barato, donde podría pasar la noche. Al día siguiente, muy temprano, me levanté y fui a buscar trabajo, aunque el idioma resultó un obstáculo. Hasta que después de tanto buscar me aceptaron para ser cocinera en un restaurante. Estuve un año en Viena. Había aprendido un poco el idioma y había conocido a un profesor de música de un colegio privado. Creí que sería el hombre de mi vida, pero no fue más que otro hombre con pensamientos machistas y con una gran afición a la bebida. Así que decidí irme de Viena, y tras mucho pensar decidí irme a Italia. Decidí vivir en barrios cercanos a la playa para que encontrar trabajo me resultara un poco más fácil, y ciertamente así fue. A los dos días, un capitán que buscaba tripulación para su barco me contrató como limpiadora, aunque no fue fácil, ya que no quería mujeres para su tripulación. A los dos días zarpó el barco “Roma” conmigo dentro, y no volvería a pisar tierra firme hasta pasado un mes. Me pasaba los días cocinando y fregando la cubierta, aunque era divertido pasar la noche con todos los pescadores, cantando y bailando sin parar. Había un pescador que me trataba con más amabilidad que lo demás, se llamaba Piero, y siempre que tenía tiempo libre me enseñaba el idioma o me gastaba bromas. Después de dos años y muchísimas anécdotas con los pescadores, decidí dejar mi puesto de trabajo y buscar algo mejor. Lo que yo no sabía es que Piero me buscaría para quedar y conquistarme cada vez más, hasta el punto de que actualmente es mi marido. Paradojas de la vida: ahora tengo que cuidar al hombre enfermo que no me aceptaba como hija, pero he conseguido la vida que quiero.

Una historia real. Por Paloma Alexandra Canca Pérez

Todo comenzó el día 6 de mayo de 2008. Estaba yo en mi casa del campo, y vinieron a visitarme mis dos hermanos con sus esposas e hijos. Yo me encontraba jugando con mis primos y sobrinos, hasta que llegó un conocido a mi casa que se llamaba Antonio y era conocido como "El pintor". Nos preguntó a mi prima Elena, de catorce años, y a mí, que si habíamos visto a su perro que se le había perdido. Le contestamos que sí, que se coló en mi casa pero al rato se fue. Cuando este se marchó, le pregunté a mi prima que si íbamos a buscar el perro con la moto. Ella me contestó que sí. Mientras íbamos a coger la moto mi primo Abraham, de cinco años, se enteró y quiso venir con nosotras. Yo no quería pero se puso a llorar, así que fuimos todos juntos. Cuando estábamos dando vueltas vimos a lo lejos una cosa blanca que se movía, nos acercamos y en ese momento cogimos una zanja que había en la mitad del camino y nos caímos de la moto. Yo caí directamente en el suelo, mi primo encima mía y mi prima en lo alto de los dos. Elena con rapidez quitó la moto de encima, y nos levantó del suelo. Yo tenía mucha sangre en la boca, y en otras partes de mi cuerpo. Mi primo asustado se fue corriendo sin saber donde iba. Mi prima intentó consolarme pero yo estaba demasiado asustada, de repente llegó mi tío, el padre de Abraham, y me cogió en brazos, llevándome hacía mi casa. Allí cogimos el coche de mi hermano Isaac y me llevaron a la clínica Santa Isabel. Una vez en urgencias me curaron las heridas, y me dieron varios puntos de sutura en la barbilla. Se portaron maravillosamente bien en la clínica y los puntos que me dieron no me dolieron mucho. Cuando llegamos a mi casa, yo quería ver a mis primos y saber cómo estaban: mi primo tenía las manos llenas de heridas y mi prima tenia un moratón como una naranja de grande en la pierna. A mí fue a la que más le afectó la caida. Vinieron muchas personas a visitarme y me traían regalos. Pasados los días me iba recuperando, y me quitaron los puntos, ya podía andar pero no podía correr ni jugar pues me dolían mucho las heridas. El día antes de mi comunión conseguí correr y saltar como antes lo hacía, pero me quedaron varias cicatrices.

La historia más sangrienta. Por Álvaro Gómez Vico.

Una tarde, en otoño, llegó al pueblo un viajero que se había equivocado en el camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces un hombre le abrió la puerta y se metió para adentro. Tenia la cara deformada, al ver a aquel hombre comiéndose un hígado supuestamente humano, salió corriendo de aquella casa infernal, se adentró en el bosque y cogió un tronco y se lo estampó contra la cara, aprovechó el descuido y le metió un puñetazo en la boca. Se quedó paralizado al ver que aquel hombre era su mejor amigo, y le contó que el hígado era de vaca y el cuerpo, que había junto a él, un muñeco El viajero se quedó más tranquilo y entraron en la casa. Cuando entró le dio un aire infernal que se estampó contra su cara con una fuerza increíble. Pensó que era un fantasma pero se decidió a no pensar cosas así. Él le dijo que le esperara en el salón mientras hacía unas cosas. La inquietud le llevó a asomarse por la ranura de la llave y vio algo inexplicable: lo vio luchando con una catana contra dos bestias. Al principio parecía que iba a morir devorado por ellas, pero luchó, los mató y después devoró sus tripas con una satisfacción increíble. Aquello le revolvió el estómago y no pudo aguantar más, intentó abrir la puerta pero estaba cerrada por fuera con llave. Asustado reventó la ventana a puñetazos e intentó salir por la ventana, pero algo le cogió del cuello y le empotró contra el techo. Estaba asustado. No sabía qué hacer hasta que el asesino le pegó un puñetazo en la nuca y se quedó inconsciente. Se despertó en el sótano y estaba amarrado con una cadena a una tubería. A su lado había cinco mujeres y cuatro hombres. Venía todas las noches y se llevaba a dos de las mujeres, y las violaba en una habitación. Cada vez que se las llevaba no dejaban de gritar. Siempre que salían de allí había un olor horrible. El hombre deformado se hartó de ellas y decidió quitarles las cadenas a las mujeres, que se fueron corriendo, esperanzadas, de aquel sitio, pero algo horrible les esperaba arriba. Era una bestia aun más fea que el otro, mucho más fuerte y tenía el cuerpo lleno de heridas infectadas de pús: a simple vista parecía un zombie. No volvimos a saber nada de ellas, lo único que escuchamos fue un terrible grito de espanto. Llevábamos un mes allí abajo alimentándonos de ratas y de nuestros propios excrementos. Llegó un momento en que pensábamos que todas las bestias y zombies habían muerto, pues una noche entraron un grupo de militares y aquello se convirtió en una matanza. Varios militares se introdujeron en otros sótanos y mataron a cientos de zombies . Aquello era increíble: toda la casa estaba llena de zombies corriendo de un lado para otro pues sabían que los militares los aniquilarían. Se llevaron tres días matando zombies, hasta que varias bestias se comieron a todos los militares menos a tres soldados que se escondieron en el sótano con los prisioneros. Los militares los desataron y les dieron pistolas y porras a los cinco hombres. Una bestia abrió la puerta y se metió allí con una motosierra. Mató a sangre fría a cuatro muchachos y uno de los militares subió rápidamente al cuarto de estar, cogió varias catanas y se fue para el sótano. Ellos no podían con él, así que le metí una catana por la nuca y lo dejé en el sitio. Los cuatro subimos rápidamente y encontramos puertas y ventanas tapiadas con ladrillos. Todo el suelo estaba lleno de cadáveres podridos y un montón de sangre y tripas. Habían escapado un montón de zombies y todavía había más sótanos llenos de ellos. Todas las bestias estaban muertas porque los zombies descuartizaron a cada bestia, se creían que los zombies nada más que se alimentarían de humanos pero no fue así . Las bestias se iban a otras ciudades y ponían bombas lacrimógenas con grandes dosis de cloroformo en cada escalera, así seria mas fácil transportarlos, después les inyectaban venenos y líquidos muy fuertes y después los dejaban en los sótanos para que se matasen unos a otros. Las bestias tenían sus propios humanos para alimentarse. Los cuatro encontraron un pasillo subterráneo que daba al bosque y que medía más de cincuenta kilómetros y emprendieron una caminata hasta llegar al final del pasillo. Ahora el peligro era que había más de ochenta zombies corriendo por el bosque, pero no era cierto: otro grupo de militares más numeroso mató a todos los zombies y, de repente, escuchamos una fuerte explosión que venía de la casa y vimos cómo se hacía pedazos. Los tres militares le contaron al hombre que aquellas bestias habían matado a más de diecisiete mil personas y que tenían a más de cuatro mil zombies encerrados en los sótanos.

viernes, 12 de marzo de 2010

Crítica literaria de El niño con el pijama de rayas. Por María José Marín Sainz

Voy a realizar una crítica sobre un libro llamado "El niño con el pijama de rayas". En general, trata sobre una familia que, debido a ofertas de trabajo para el padre, deciden mudarse a una casa en el campo. El padre trabajaba en un campo de concentración y era una de esas personas encargadas de dar muerte a los judíos. Al principio, Bruno, el personaje principal, que era hijo de este señor, no acababa por acostumbrarse a este extraño lugar. Hasta que un día decide investigar y lo hace al descubrir una valla separando dicha cerca de un extenso terreno, donde se encontraban miles y miles de personas, vestidas todas a rayas, que es lo que el libro define como pijamas de rayas. Siguiendo la historia, Bruno ve a un niño con la vestimenta citada anteriormente y llegaron a hacerse tan amigos que decidieron enseñarse el uno al otro dónde vivían. Finalmente lo aclararon y ambos visitaron a la familia del otro niño y sus costumbres por medio del uso de la misma vestimenta. En fin, así se hizo. Bruno tenía otra idea de la vida de su amigo. No entendía por qué la gente estaba tan nerviosa. El final fue impactante, pues en un descuido los dos niños fueron arrastrados por esa gran masa de gente y los introdujeron en una cámara, donde murieron asfixiados. MI OPINIÓN Sinceramente para mí ha sido uno de los libros más extraordinarios que he leído, pues me gusta, porque demuestra lo sucedido en ese momento y ese detalle del padre y lo que hacía con los judíos. Aunque nunca habría imaginado que su hijo también fue víctima de esa masacre.

miércoles, 10 de marzo de 2010

2ª parte de La llave mágica. Por Sonia Hidalgo Sánchez

No me podia creer que estuviera de nuevo en mi habitación, pero me dirigí a la ventana a mirar un poco para refrescarme pero todo era muy raro.Todo el mundo llevaba unas ropas muy raras,como si fueran de la antiguedad. Mi cuarto de repente cambió a ser todo muy antiguo, pero la llave seguía siendo reluciente e intacta. Vi en el calendario que tenia en mi habitación y era uno de diciembre de 1854. Bajé a la calle y justamente cuando me disponía a caminar vi un rostro que me resultaba muy familiar. Le pregunté la hora para disimular un poco y en efecto: era mi madre, aunque mucho más joven. Se llamaba María del Mar y me contestó como dudando si me conocía de algo, pero las ropas que yo llevaba era del futuro. Eso le resultaría extraño. Ella se disponía a acompañarme a comprar algo de ropa de esa época, pero en ese momento pasó por delante muestra un joven muy apuesto. María del Mar se quedó embobada, ya que se veía que le gustaba. Yo me di cuenta de que era mi padre ya que él me había enseñado fotos de cuando era más joven.En ese momento me acordé de la llave, que era la que me había traido hasta allí.Quise subir rápidamente a coger la llave, pero mi madre me lo impidió ya que, si iba una mujer sola por los callejones lo más probable era que le pasara algo. Entonces le dije a mi madre que me acompañara hasta mi casa a coger una cosa. Ella extrañada me preguntó qué cosa era. Yo le dije que un libro que tenía ganas de leer mientras íbamos en el coche de caballo, ya que no había autobuses en esa época. Cuando fui a mi habitación estuve buscando la llave por todos sitios. En ese momento vi una sombra que se fue corriendo. Quise seguirla para ver quién era y qué hacía en mi habitación. Se metió en el armario y justamente cuando la iba a abrir mi madre que agarró de la mano y me preguntó qué hacia, que si nos íbamos ya. Yo le dije que vale, mientras me resfregaba los ojos del asombro y de la extrañeza. Me compré un poco de ropa de aquella época para disimular y, cuando llegué a mi habitación me faltaban un montón de cosas, entre ellas la llave. Me empecé a preocupar ya que tenía que investigar qué hacía esa llave que me volvía al pasado o a sueños tan raros, aunque en este momento no sabía exactamente si estaba en un sueño, o en la realidad o si aquella historia de antes era verdad o simplemente otro sueño. Tenia que desentrañar aquel misterio que no podía dejar pasar, ya que yo sólo quería retomar mi vida de antes. De nuevo vi un papel sobre la repisa donde ponía: “Hoy a las 19.20 reunión debajo del puente Alaclana”. A las 19.10 fui a esconderme. Esperé unos diez minutos y allí apareció un hombre muy raro. Este le entregó en un pañuelo la llave,j unto a libros y comida del futuro, o sea, que ese hombre era el que me habia robado. El hombre estaba encapuchado y con unas gafas de sol hasta la frente y salió corriendo. Yo entre los matorrales salí justamente detrás de él a ver lo que hacía. Se fue al parque de Pensilvania, y junto con la llave, que enterró, dejo un papel. Cuando se aseguró que nadie miraba se fue de nuevo corriendo.Yo desenterré la llave y el papel donde ponía: “Enhorabuena, has encontrado una de las cosas más valiosas del mundo, tienes que tener mucho cuidado porque es capaz de leer la mente y trasportarnos a lugares o ideas que queramos. Sólamente para ir hasta ellas teníamos que coger la llave en nuestra mano, piensa lo que queremos y volvemos otra vez desde el principio de algo.También si poseias mucho tiempo esa llave,esta todo lo que pensabas, ya esté encima de la mano o no, te transportaba a tus sueños.Yo ya entedí todo, ya que yo quería ver cómo estaba en la época de mi madre. En letra muy pequeña también ponía las instrucciones para saber cómo volver de aquellos sueños a la realidad. Tenías que buscar a alguien de aquel sueño y coger los dos la llave y un destello azul te envolvería y te transportaba a la realidad. Sólamente te acordarías tú, ya que la otra persona que lo cogiera pensaría que era un simple sueño. Después ponía: por último quiero que conserves esta llave y que ya en tu presente vayas al futuro a destrozarla, ya que así volverás de inmediato al presente, pero puede ser uno alternativo o el de verdad, según cómo destruyas la llave. Recuerda que la imaginación es muy importante y te puede llevar a caminos inéditos. Gracias por hacerlo, ya que yo no puedo irme de aquí, porque soy un personaje del futuro que no hizo caso a las instrucciones y me quedé en este pasado. Entonces yo me dirigí corriendo a la casa de mi madre. No estaba. Solamente se encontraba mi tía Sonia. Ella se quedó sin palabras ya que decían que cuando mi tía era más joven, yo era idéntica a ella. Me dijo que había salido con mi padre a un bar conocido. Ella me aocmpañó hasta la puerta de aquel bar. Yo se lo agradecí y me preguntó que quién era. Yo le dije que una amiga de su hermana. Cuando entré mi padre le pedía matrimonio a mi madre y ella aceptó. Cuando pasaron unos diez minutos, le dije que si me podia acompañar cinco minutos al parque y que, mi padre la podia acompañar. Él aceptó e hicimos todo lo que decían las instrucciones y el destello azul me envolvió. Y...¡¡¡DING DONG!!! Era mi novio Micael que me traía unas flores y ¿¿¿¡¡¡por fin de nuevo en mi habitación!!!??? Tenía que descubrir cómo ir al futuro.... HASTA LA 3ª ENTREGA.

martes, 9 de marzo de 2010

Historia de amor. Por María José Esmeralda Díaz de Argandoña.

< strong>Había una vez una mujer en Londres llamada Sonia que vivía muy feliz ayudando en la guerra como enfermera. Mientras Sonia estaba ayudando a un hombre que venía con unas heridas horribles, el jefe de la tropa dijo: “Vamos que trasladarnos a América.” Sonia no estaba muy contenta con el traslado pero se tenía que conformar. Allí Sonia no conocía a nadie, y un hombre que estaba allí ayudando le preguntó: -¿Usted no es de aquí, verdad? Y Sonia contestó: - No. ¿Por qué? Y él le respondió: - Porque yo, cuando vine aquí trasladado como usted, no conocía a nadie y me encontré tan extrañado como usted. Ella dijo: “Por favor, tutéame”. Ya entonces el hombre, llamado Javi, se había enamorado perdidamente de Sonia y cada vez que veía a Sonia le intentaba sacar conversación para ver sus ojos de color azules como el cielo. A Sonia no le parecía demasiado atractivo que digamos, pero ella siempre seguía un lema: “Fíjate en el interior que vale más que el exterior.” Y por eso a ella, como lo había visto muy buena persona, le estaba empezando a gustar, pero ella quería nada más centrarse en su trabajo que para eso ella estaba allí, no para amores. Un día Javi le dijo a Sonia que estaba muy enamorado de ella. Sonia, aunque no sabía que decir, le contestó que a ella también le gustaba pero que quería centrarse en su trabajo. Y él le contestó: “Yo esperaré lo que haga falta por ti”. Pasaron 2 meses y llegó la hora en la que Sonia tenía que volver a Londres, pero Sonia no contestó a Javi. Después de unos pocos de años Javi pensó que Sonia era el amor de su vida y que no iba a esperar más y que iba a buscarla a Londres. Javi, después de tres días buscando a Sonia por Londres, la encontró y le dijo: Sonia nunca me dijiste tu respuesta y para eso estoy aquí, para que me contestes. Sonia en ese momento no sabía qué hacer pues ya se había olvidado de Javi, y ya incluso tenía dos hijas con su marido Jose. Sonia le dijo Javi: “Lo siento, pero yo aún no me había olvidado de ti”. A los pocos meses en la tele salió que en América habían muerto muchos ayudantes. En ese momento Sonia decidió llamar al jefe de la tropa ya que había guardado el número por si acaso ella tenía que ayudar. Cuando llamó, el jefe de la tropa dijo que Javi había muerto pero que antes de morir le dio un mensaje para ella, por si alguna vez le llamaba. El mensaje era: “Sonia has sido el amor de mi vida. Cuando te vi en aquel lugar sola y extrañada, me acerqué y con sólo mirarte pensé que eras la más inteligente y la más guapa de todas las mujeres que había conocido”. Sonia se sintió muy triste pero pensó que ya no podía hacer nada, que ya Javi estaba en un lugar mejor. Sonia nunca olvidó los ojos de Javi cuando le hablaba con sinceridad, y cuando se declaró. Sonia tampoco pudo olvidar ese amor que sentía por él y Sonia visitaba a Javi cada domingo y cada cinco de marzo el día que conoció a Javi.

Noche de Fantasía. Por Alberto Pérez Baña.

Sin saber cómo, sin ninguna explicación , Chloè, despertó en un bosque de hojas rojizas y amarillentas , cuyos troncos eran de árboles gruesos y robustos, y tenían raíces que salían de la tierra, donde pequeños mamíferos construían sus diminutas madrigueras. Chloè, una chica de cabello moreno y mechas rubias que no llegaban mas allá de sus hombros, de piel blanquecina y ojos oscuros como la noche, y de aproximadamente dieciséis años de edad, no se podía explicar de qué manera llegó a aquel hermoso lugar de tan bellos árboles. Estuvo caminando durante unos quince minutos hasta llegar a un pequeño riachuelo de caudal rápido y aguas cristalinas. Hasta se podía observar a los pequeños pececillos que nadaban a contracorriente. La chica fascinada por tanta belleza esbozó sin querer una sonrisa en su rostro. Era como un sueño, una hermosa historia, un cuento de princesas y hadas. Al caer la noche todo quedó sumido en un profundo silencio. Chloè cerró los ojos y, al volverlos a abrir, se encontró de repente en su habitación. Desde entonces Chloè, al dormirse, siempre regresa a aquel hermoso lugar con Adam, un chico q conoció en uno de sus regresos al bosque de los cuentos. Pero bueno, esa es otra historia .

Aventuras de Simbad. Por Pablo García Toledo.

Simbad consiguió convencer a los marinos para que, a cambio de joyas, lo acompañasen en su travesía. Visitaron una isla al este de Indonesia donde habitaban seres mitológicos increíbles, aun con ese tremendo riesgo, se hallaban allí por la gran variedad de piedras preciosas que se encontraban en aquel lugar paradisíaco. Después fueron a la isla llamada Pandora. Los marineros, ignorantes del peligro que les acechaba fueron sorprendidos por un animal alado de gran envergadura que los embistió, y se llevó a un marinero, Mustafá, que era el que llevaba el timón del barco. Tardaron unas horas en darse cuenta de que este señor ya no aparecería. Pero no se dieron por aludidos, decidieron caminar hasta el centro de la isla, porque suponían que allí los animales serían más pequeños y mansos. Cometieron un error, leve, pero que les pudo costar sus vidas, pues aquella hipótesis no era cierta. Cuando llegaron justo al centro de la isla contemplaron cómo voraces serpientes gigantescas se alimentaban de unas indefensas vacas, y junto a ellas estaba el animal que raptó a Mustafá. ¡Menuda carnicería! Podían contemplar como el cadáver de su compañero se descomponía en una piedra. Aquello era una pesadilla...

lunes, 8 de marzo de 2010

Poemas de amor. Por Esperanza Guerrero Gil.

Me muero, pero no lloréis por mí, porque tú me quieres y yo te quiero a ti. Te abrazaré, te besaré y te querré, pero nunca te olvidaré. Mi corazón palpitará, mis ojos relucirán y mis labios te desearán, todo eso ocurrirá cuando te vea al pasar.

jueves, 4 de marzo de 2010

Haikus. Por Rocío López González.

Fotografía: puesta de sol brilla como la luna. Las navidades: nieve fría siempre, días de invierno. El arbolito: bolitas colgadas. Brillan mucho.

Haikus. Por Cristina García Sanjuán.

Las palabras son como mariposas de primavera hoy. Las flores tardan en florecer, en casas con muchos duendes. Los árboles de verano lloran como personas hoy. Las hojas verdes de los árboles tristes no crecen tanto.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La llave mágica. Por Sonia Hidalgo Sánchez

Os voy a contar una historia que ocurrió hace mucho tiempo en el parque de Pensilvania. Allí un hombre muy extraño, encapuchado y con unas gafas de sol negras que llegaban hasta la frente. Enterró en un sitio del parque una llave porque tenía miedo de que alguien malvado la quisiera para destruir el mundo. A día de hoy han encontrado esa llave en el parque y me la han dado a mí para cuidarla. Iba a anotar unas cosas de mi investigación en mi diario, que también tiene una llave para abrirlo, pero no la encontraba. Así que, aburrida con la llave, la metí en la cerradura y, de repente, la llave se transformó totalmente hasta encajar perfectamente en la cerradura del diario. Lo abrí y lo anoté todo. Pronto llamaron por teléfono. Era mi jefe que me estaba diciendo que si estaba cuidando bien la llave. Le expliqué lo que me había sucedido y él se estuvo riendo de mí, porque no me terminaba de creer.Le di vueltas y yo tampoco lo podía creer, así que probé la llave con otra cerradura completamente distinta y… aunque parezca imposible se transformó igual que había pasado con la otra. Llamé corriendo a mi amiga Melani y me aconsejó que me fuera a la cama a descansar. Así que pensé que tenía razón. Guarde la llave en un cajón con un candado. A la mañana siguiente cuando quise ver el estado en que se encontraba la llave, vi que había desaparecido. Pero, en ese instante vi en una fotografía que había tomado de la llave, que estaba partida por la mitad, pero se notaba muy poco. Así que el que tenía la otra mitad de la llave me la había robado para no se qué. Lo más raro era que encima de mi cajonera se dejó una servilleta de un bar llamado: "LO MEJOR DE LA CASA", así que decidí ir a ver si allí sabían algo. Me dijeron que solamente había pasado por allí un chico joven. Pregunté que si era un cliente común y me respondió que sí, que era como de la familia. Se llamaba Micael. Les pregunté si sabían dónde vivía y la mujer me lo dijo encantada. Pero justamente antes de darme la vuelta para irme me preguntó que para qué quería saberlo. Yo me inventé que era una vieja amiga de la escuela y tenía ganas de volver a verlo. Cuando llegué a la casa, no contestaba nadie. Llamé unas cuatro veces más hasta que al fin un joven muy apuesto y guapo, rubio, con ojos azules, me preguntó que quién era. Yo le dije la misma excusa que a la señora del bar. Así que me preguntó que cómo me llamaba Yo le dije que me llamaba Sonia, entonces, él me cedió el paso para entrar. Yo, un poco asustada, entré. Él me dijo que enseguida volvería, que iba a coger el diploma de la escuela. Entonces, curioseando, vi la mitad de la llave. La cogí y en ese momento vino él. Me la metí deprisa en el bolsillo y lo estuvimos viendo juntos. Yo, por supuesto, no aparecía entonces le dije que me seguramente me habría equivocado. Él no se lo creía mucho, pero me invitó a cenar en el bar de antes. Yo cedí encantada, ya que tenía lo que quería: la mitad de la llave. Creo que fue en la cena donde nos enamoramos, pero él tenía un secreto: él ya sabía que yo le había quitado la llave. Entonces quedamos al día siguiente en el parque. Estuvimos dando un paseo y él me dijo lo de la llave. Quise hacerme la tonta, pero como se me da muy mal mentir, pues se lo afirmé todo. Entonces él me empezó a perseguir y yo, deprisa, cogí mi coche y me fui a mi casa. Ya eran las 11.00 pm de la mañana y me disponía a dormirme, cuando en ese momento vi una sombra que se acercaba a mí. Era Micael, que me dijo que o le daba la llave o me mataba. Yo me negué completamente y él justo antes de tocar su cuchillo en mi pecho… ¡¡¡DING DONG!!! TODO FUE UN SUEÑO!!! Era mi novio Micael, que venía a traerme un ramo de flores y me invitaba a ir a la playa. Yo le dije que sí. Le entregué a mi jefe la llave y dije que no quería saber nada de ella. Al atardecer le conté todo lo del sueño y él se estuvo riendo. En mitad de la noche, junto a una luna preciosa, estuvimos caminado. Él se arrodilló y me pidió compromiso. Yo cedí y en ese momento me preguntó sobre la llave. Extrañamente aparecí de nuevo en mi habitación y yo custodiaba la llave, y no encontraba la llave de mi diario y la introduje de nuevo en la cerradura y....¿Otra vez el comienzo de la misma historia? TODAVIA NO SE ACABA EL CUENTO....HASTA LA 2ª ENTREGA.

Reseña de la película "El ataque de los dinosaurios"

El domingo vi una película de terror. Se llama El ataque de los dinosaurios . La película me ha gustado mucho por que hay acción y terror . Va de un grupo de siete españoles que han llegado a México a asaltar a una tribu de aztecas pero estos los han raptado. Un español está buscando algo de comer y encuentra a varios dinosaurios comiéndose a una tribu y el español carga un cañón y les dispara. Un dinosaurio queda en el suelo con el estómago abierto. Pero otro se acerca por detrás del español y le revienta la cabeza de un solo bocado. Los aztecas que tienen como prisioneros a los españoles, todas las noches alimentan a un dinosaurio dándole de comer a un humano . El cura le da un somnífero a cada azteca y los siete españoles y el cura enprenden un viaje por el bosque. Cinco dinosaurios aparecen de repente y se comen al cura y a tres de los españoles, pero los otros cuatro españoles cogen sus fusiles y se lían a pegar tiros, hasta que no dejaron a ningún dinosaurio en pie. Los otros cuatro españoles están muy asustados e intentan escapar escondiéndose en una gran cueva. Pero esa cueva está llena de dinosaurios. Hay una masacre dentro de la cueva: mueren tres españoles y doce dinosaurios. Al final el último español llena la cueva de dinamita y se queda dentro, la cueva revienta y ningún dinosaurio sobrevive.